lunes, 14 de enero de 2019

Orfandad


Mi abuelo murió hace 9 meses y yo lo extraño mucho y siempre. Y, a veces, cuando me concentro en su recuerdo me dan muchas ganas de llorar porque todavía no entiendo el mundo sin él. Y porque lo extraño desde que estaba enfermo y salió de la clínica ya casi sin voz y sin su risa. 

Hace una semana murió el abuelo de una amiga del colegio y hace dos días murió el de mi prima paterna. Entonces entendí que también nos quedamos huérfanos de abuelos y que el mundo cambia drásticamente y para siempre porque muchas veces con ellos se van las casas, las comidas ricas, los almuerzos cuando cobraba la pensión. los paseos a tierra caliente y su fe en mí.

Y a mí el mundo así, sin él, me parece tan incompleto. Sé que donde está, él está mejor pero lo sigo extrañando mucho y siempre. La casa es la de mis abuelos, en plural, porque en mi lenguaje todavía no se ha ido del todo, porque todavía quiero enunciarlo de vez en vez para que permanezca en este mundo algo de él todavía.

Abue, me hace mucha mucha falta, especialmente en un día como hoy.


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