domingo, 11 de noviembre de 2012

como si a despedirnos nos hubieran enseñado.
antes que a saludar, deberían enseñarnos a decir adiós.

todos los días le estamos diciendo adiós a alguien...
de algo nos desprendemos... algo se nos pierde.
nos vamos deshaciendo de nosotros mismos,
de lo que alguna vez pensamos que seríamos para siempre.


en la vida todo se aprende, desde amarrarse los cordones hasta tirar del gatillo.
díficil darse cuenta que lo que más cuesta aprender son las cosas que uno cree
que ya ha aprendido: separarse, dejar un lugar, aceptar la muerte, asumir las
decisiones... como si la vida no fuera suficientemente matizada y llena de caminos
como para que la primera vez que uno dice adiós duela tanto como la última.


las calles guardan nuestras andanzas; los muros, nuestras conversaciones.
como si el recuerdo nos salvara de la nostalgia, de la tristeza.
los espacios significan por lo que ha dejado de ser. antes, ni cuenta nos dábamos
de lo que las luces de la ciudad intentaban decirnos.



es sábado a la noche, no ha llovido... el tiempo pasa lento, cosas han de venir.
es sábado... ¿dónde están ustedes? ¿dónde estoy yo?

que el cielo las abrigue y sus pies marquen los caminos que luego han de recordar.

viernes, 7 de septiembre de 2012

midnight city

*hurry up! we're dreaming*

--waiting in a car
waiting for a ride in the dark--
--the city is my church
it wraps me in the sparkling twilight--

odiar la ciudad, sentir repulsión, verla fea, llena de charcos, nublada. querer largarse. hacerlo.
coger camino un sábado a las 11pm. autopista norte, rumbo sin rumbo. cantar. bajar las ventanas. odiar la ciudad.
volver a las mismas calles. volver a la noche. caminar entre basura y olor a orínes. esta ciudad.
callejear, embriagarse con vino, viento helado y pasos.
escuchar todos los ruidos del ruido, el aire del silencio.
volver. odiar la ciudad. amar la ciudad. esta ciudad.

*hurry up! we are walking on a dream*

jueves, 12 de julio de 2012

a mí, la boca me quedó doliendo cuando te volví a apretar, cuando el pulso se me fue y quise volverme arena para que el viento me regara donde mejor creyera. me fui yendo, me fui esparciendo como hollín; fui recorriendo las calles, las ventanas, las sillas de los parques. en algún momento me detuve en una estatua fea y rayada. me sentí cansada, con las ganas perdidas, sin aliento, sin memoria.
me quedé ahí, pasmada. sin movimiento, sin reflejos, sin interés. cerré los ojos y en el reverso escuché voces dulces como venidas de un estanque. cantaban pero yo no les entendía, estaba concentrada intentando ir a lo más oscuro, al fondo, donde no se ve. las voces cantaban en morado y verde, en amarillo y café. los colores me perseguían en el camino pero yo andaba más rápido. mis pies no tocaban el piso, teníamos afán. y el amarillo casi me alcanzaba, hacía el intento, gritaba con voz grave y yo no respondía. intentaba agarrarme pero yo lo esquivaba, huía sin sudar. y todo me olía a sonrisa, a consuelo.
el reverso es una vía ancha, profunda, con canela y vainilla. sin viento. sin mar.

sábado, 23 de junio de 2012

el día raya

amanecer sin corazón. amanecer sin remedio.
las luces penetran las cortinas, el cuarto empieza a aclarar.
quisieras no abrir los ojos para darte cuenta que todavía es muy temprano, que de nada valió acostarse tarde.
amanecer como castigo. despertarse sin querer. mirar el reloj tortura.
la luz penetra con más fuerza, ya no sólo por la ventana de la cabecera, también por la de los pies de la cama.
la luz te empieza a envolver. te duelen los ojos, te duele el lado izquierdo del cuerpo. te volviste disléxica. confundes las letras.
amanecer sin resistencia. amanecer porque sí.
has dormido las seis horas más largas de la noche. has soñado que te respondían tus preguntas con una explicación sensata.
el trabajo es la mejor droga.
la oscuridad empieza a perderse entre las nubes. la oscuridad no existe. la oscuridad no es real.
le tienes miedo a la oscuridad.
vivirás el día más largo de la semana. el día más largo y más insaboro de la semana.
te dolerá la columna, el homoplato, el anular derecho, el muslo izquierdo.
te dolerá la luz que sigue entrando a borbotones, sin importarle tus pocas ganas de amanecer.


amanecerás. amaneciste.
todo está echado a perder.

miércoles, 20 de junio de 2012

encuentros


afuera el frío viento
           el ocre del sol en el crepúsculo,
           el azul de un solo tono en todo el cielo,
           y tú lejos,
           y tú lejos. 

darío jaramillo agudelo. "cantar por cantar"

jueves, 31 de mayo de 2012

la víspera

siempre antes de cumplir, o recién he cumplido, me gusta mirar en retrospectiva y ver dónde andaba yo unos años antes. quién era yo, qué esperaba, qué quería.
heme aquí este jueves (los jueves son de cumpleaños, de lluvia, de escritura, del fin del mundo) haciendo lo mismo que hago la víspera de mi cumpleaños.
y hoy no puedo estar más feliz y satisfecha por todo lo que he hecho. claro, a veces se encuentra uno con listas de "errores que hay que cometer antes de cumplir 30" y se da cuenta que no sólo por eso sino por muchas cosas más, todavía queda tela por cortar.
no obstante, estoy satisfecha con lo que hecho porque lo hecho con gusto y a voluntad propia. porque si bien mi inestabilidad emocional en ocasiones no me permite apreciar lo que tengo en frente, sé que soy afortunada por tener lo que tengo y por estar rodeada de gente tan linda que rebosa de amor.

cuando apenas empezaba la universidad yo sabía que a los 22 tenía que graduarme. entonces me alcanzaba a visualizar a esa edad. antes, cuando tenía 16 también me había visto a los 20 y a los 18. pero cuando cumplí 22 ya no me vi más adelante.... porque sabía que todavía me quedaba una carrera pero no sabía qué iba a seguir de ahí para adelante. estos dos años que han pasado, han sido unos buenos años... que si bien han sido duros y por momentos complicados, me han ayudado mucho a forjar mi carácter, a moldear mi pensamiento, a educarme sentimentalmente.

por esa razón, celebro la vida y los días y el sol... llegar a los 25 me parecía una cosa lejanísima, no inalcanzable, pero sí muy distante como si no fuera conmigo. y hoy que estoy a punto de cumplirlos me da un fresquito y una dicha y una felicidad inimaginable que sólo puedo yo sentir. yo no sé cómo sea de aquí en adelante (tampoco lo sabía hace 2 años), pero sea lo que sea será bienvenido. ya lo he dicho en repetidas ocasiones y creo que así lo he asumido. nada pasa porque sí y en esa medida, todo lo que he vivido es lo que me ha correspondido. así que lo que me corresponda de aquí a 2, 4, 10 años, lo tomaré.


cuando yo era una pre, y posterior, adolescente tenía tres amores platónicos: el che guevara, kurt cobain y andrés caicedo. hoy la dicha me invade al saber que cumplo la edad de uno de ellos cuando murió. los muertos son las únicas personas a las que uno puede alcanzar y pasar en edad aunque ellos hayan nacido mucho antes que yo. por eso, celebraré tener 25 y no haberme muerto antes, porque yo no me quiero morir todavía y porque tampoco quiero que se acabe el mundo todavía; para poder cumplir los años de cobain y luego los del che y luego seguir con los de otros cantantes y otros escritores y alguno que otro actor de cine.

qué dicha. es jueves, escribo. ya pasaron seis meses de este año. ha sido un buen semestre, muy a pesar de tantas cosas. espero que lo siga siendo. han sido unos muy buenos 25 años y seguramente vendrán otros tantos mejores.

qué dicha. ¡bienvenida a mi fiesta!

martes, 17 de abril de 2012

chove chuva

a los fríos hay que respetarlos. el frío del invierno en países con estaciones jamás podrá ser igual al frío de una ciudad en el trópico. cuando yo estaba lejos viví la ola invernal de oídas: me contaban que las calles se inundaban, que muchos perdían sus casas, que hacía frío, que el cielo estaba gris, que no se podía salir porque siempre llovía. mientras tanto yo vivía otro invierno con temperaturas bajo cero, con nieve, con hielo, con narices heladas y viento penetrante. 

pero yo no podía decirles que su frío valía menos que el mío, que no se quejaran. a los fríos, al igual que a los dolores, hay que respetarlos. yo lo aprendí hace un año. entonces, ahora que volví a esta ciudad en el altiplano rodeada de cerros y con ciclovía los domingos, entiendo que definitivamente cada frío es distinto y que no me interesa mucho que me digan que en alemania ha caído nieve esporádicamente cuando debería estar subiendo la temperatura. no me interesa básicamente porque guardo mis energías para calentarme, porque me ocupo en frotarme los pies, en calentarme la nariz, en no mojarme. 

hace un año estaba experimentando la primavera, el olor a miel, los tulipanes, el cielo azul. hace un año sentía nervios de lo que podía suceder, de las decisiones que debía tomar, de los viajes, las personas, las pruebas, los caminos que se venían. me sentía lejos, estaba lejos... pero estaba contenta viviendo, sintiendo, conociendo, experimentando, aprendiendo. había que aprender a irse.

hoy estoy aprendiendo a volver... por no decir que ya lo hice porque ya ha pasado suficiente tiempo como para acostumbrarme de nuevo, para cogerle el ritmo a esta ciudad, para moverme bajo la lluvia. no obstante, a veces siento nostalgia de la lejanía, de ese tiempo en que el no estaba. cuando estaba lejos tenía excusas: podía decir "te extraño", "te quiero". podía concentrarme en escribir correos largos contando minucias o correos cortos gritando sentimientos. podía decir "cuando vuelva quiero hacer tal cosa" "cuando esté allá voy a verme con no sé quién" "a mi regreso podré hacer esto y decir esto y empezar esto otro..." 

heme aquí en un martes lluvioso preguntándome una vez más a dónde van las ganas perdidas. no perdidas porque yo haya dejado de sentirlas y tenerlas, sino porque cada día que pasa me voy deshaciendo de alguna migaja de ellas. sé que debo aprender a dejar ir, a soltar, a desprenderme del pasado que constantemente añoro. la vida se vive en el presente indicativo, no hay más.  entonces debo entender que esas ganas que una vez nacieron en mí deben ser reformadas, deben ajustarse a lo que estoy viviendo y recibiendo ahora. 

además, debo no sólo soltar amarras; debo buscar equilibrio. bien sé que la estabilidad económica y laboral podrían hacerme mucho bien. pero ante todo, debo procurar la estabilidad emocional: perderle miedo a los lunes, que dejen de ser mi terror, que no sean una angustia. debo dormir y levantarme con ganas, justo con las ganas que perdí. levantarme porque las cosas irán bien y se irán organizando (si no es que ya se están organizando). debo dejar de mirar al cielo buscando señales o intentando no llorar. si voy a mirar al cielo que sea porque me gusta el azul o la profundidad, pero que no sea porque acá abajo haya perdido el suelo, porque sienta que las cosas como no me resultan es porque no las merezco. 
estas tristezas de querer en saco roto debo abandonarlas de una vez por todas, porque en algún momento "arderán la balada, el café y la tristeza".

 *suspiro* 

aún cuando haga frío, aún cuando nuestra primavera no llegue siempre, aún cuando tantas cosas... todo debe ser para mejor. debemos llover historias, ideas y afectos; después recogeremos lo que esa lluvia nos dejó.

martes, 13 de marzo de 2012

obra sin título

¿con cuántas vidas terminamos a cada instante? 
¿con cuántas palabras damos la estocada final? 
¿cuánta gente se muere por nuestra culpa, a cuántos matamos cada día? 

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¿a dónde van a parar los sueños que se perdieron? 
¿y dónde quedan las cosas que dejé de hacer? 


* * *

cierro los ojos, dibujo en el reverso del párpado con colores. soy adicta a los colores. 
dibujo una silueta, dos. dibujo un atardecer y una calle recorrida muchas veces.

las sonrisas se encuentran ¿qué hay detrás de ellas? 

eran muchos cielos los que se habían prometido. muchos potreros y un poco de mar.

el tiempo se a l a r g a, se expande, parece detenerse. el recuerdo no da cuenta de ese momento, no como lo vivimos, no como fue. nada podrá dar cuenta nunca de la forma en que sucedieron las cosas. 

los párpados cubren los ojos. los ojos se encharcan, se nublan. los colores no se ven bien con agua de por medio, todo se distorsiona. especialmente los recuerdos. 

¿cómo se mide la distancia?                                                                                                 ¿con qué? 
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 floto en el aire, el agua me lleva. me debato entre dejarme arrastrar por la corriente o elevarme con los vientos de la tarde. como una sirena alada que no sabe qué hacer, qué escoger; porque quiere escoger las dos cosas, porque no quiere perder ninguna.


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¿a quién destruimos con el silencio? 
¿de qué mano nos soltamos para ir a coger otra? 
¿los cómplices también son culpables tanto como los responsables? 

¿a dónde llegan las ganas perdidas?
¿desde dónde se desea?
    

jueves, 1 de marzo de 2012

¿dónde quedo yo?

*texto escrito basado en la exposición protografías de óscar muñoz que se encuentra en el museo del banco de la república*

uno entra y se encuentra de una con una exposición de un archivo de fotos de gente que iba caminado por la calle y le tomaron un retrato. mi mamá tiene varías así, pero no en cali, en bogotá, en la séptima. a mí siempre me gustaron esas fotos, saberla joven, imaginármela estudiante.
a ese archivo podría llegar gente y reconocer a sus familiares en cali, a sus amigos de la infancia, vecinos. pero cuando yo seguí avanzando por la exposición de óscar muñoz pensé que era un contrasentido jugar a buscar allí a gente cercana cuando me iba encontrando con fotos, instalaciones, dibujos que me hacían reflexionar sobre la identidad y la imagen: las fotos que se diluyen en el lavamanos, justo en el momento en el que la sombra coincide con la imagen; la angustiosa tarea del pintor que traza una y otra vez el mismo rostro sobre la baldosa mientras el sol evapora la pintura; los autorretratos hechos con cigarrillo, pintados con él, porque entre los dedos no se agarra solo el pucho de la vida, también la imagen que se consume y se apaga, el yo que fue y no será; los retazos del mismo rostro tejidos como una colcha, que da cuenta de unos ojos más o menos vivaces, de una sonrisa sin terminar, de la moda, la fotografía a color, el paso del tiempo a fin de cuentas… el progreso ¿el progreso?
entrar a esta exposición y preguntarse quién es el que queda retratado y quién es el que retrata cuando aparentemente es la misma persona. ¿quién queda? ¿qué se queda? ¿dónde?
yo uso gafas desde hace más de 10 años y desde hace más de 10 años me las quito cuando me van a tomar una foto. soy una en las fotos, soy otra en la vida real. ¿en algún momento coincidirá mi imagen con gafas con la que no tiene? Y cuando esto pase, ¿se irán por el sifón? se va la imagen, sí. ¿pero dónde quedo yo?

lunes, 6 de febrero de 2012

escriboparanodormir

a veces yo me canso...
me canso de andar, de mirar, de escribir.

a veces quisiera sentir calor, tibieza.

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¿qué tan alto están las nubes?

abrazar.

(De brazo).

1. tr. Ceñir con los brazos. U. t. c. prnl.

2. tr. Estrechar entre los brazos en señal de cariño. U. t. c. prnl.

3. tr. Rodear, ceñir.



¿qué arrulla mi boca? "toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca..."


jugaralcíclope, mirarseprolongadamenteaverquiénaguantalamiradapormástiempo.


debemos salir a bautizar lo que no queremos ser. debemos salir a buscar un susto. debemos combatir la soledad de los sábados y la algarabía de los jueves. debemos aprender a sonreír con la mirada y hacer masajes en la punta de los dedos de la mano. debemos aprender de las manos.


"hoy no creo ni en mí mismo. .. todo es grupo, todo es falso,
y aquél, el que está más alto, es igual a los demás...
por eso, no has de extrañarte si, alguna noche, borracho,
me vieras pasar del brazo con quien no debo pasar."



no se nos olvide reírnos de la canción que nos hizo llorar.


(¡qué lejos estoy de estar lejos!)

martes, 24 de enero de 2012

yo no sé qué es lo que siento; es verdad que cuando uno no puede nombrar las cosas, comienza a angustiarse.

si yo pudiera decir exactamente qué es lo que siento, como cuando digo "me duele la cabeza" o "me pica el dedo gordo del pie".

si yo pudiera describir una sensación, como cuando digo "el agua de hierbas está amarga" o cuando afirmo "el sol me quema la piel".

si yo pudiera explicar todo tan sencillo como decir "es que si aguanto mucho tiempo debajo del agua se me acaba el aire" o "en las plantas de los pies siento cosquillas".

si pudiera formular preguntas claras como "¿cuántos dientes tienes?" o "¿cuántas montañas hay de aquí al mar?"

es más, si encontrara respuestas más concretas y directas como "en este pedazo de cielo hay 34 nubes y dos nubarrones" o "esta hoja se ha movido 468 veces en una hora y media".

si me quedara tan fácil como eso, si no se me enredaran tanto las vocales y las onomatopeyas. si a veces no se me quedaran atascadas las pausas, los puntos finales, los paréntesis.

porque no es cuestión de palabras que, casi siempre, hay muchas, sino cuestión de saberlas combinar. si yo pudiera decir: "es que cuando te viento, sueño con hormigas que se suben en mis uñas y me acarician los párpados". si yo dijera eso y que tú me entendieras a la perfección, yo podría volar tranquila.

jueves, 12 de enero de 2012